Cuando llegamos a la parada del autobús nos sentamos a esperar, pero nada más y nada menos se presentó una limusina, y de ahí salio William Kuest ese tipo odioso al que mi mejor amiga ama.
-Buenas
tardes señoritas, ¿las llevo a algún lado?
-Ahh,
que guay yo quiero ir en limusina Valeria, ¿ Podemos porfa, porfa?
-Ve
tú, yo no me subo ni loca a esta limusina con este.-Señalar es de mala educación señorita
-Y quitarme a una amiga también, ¿No cres?
-Vale, vale, ¡adiós!
-Adiós Valeria
Los dos se subieron aunque parecía que William no estaba muy agraciado en que solo se subiera Dayana y que no me subiera yo.
-Anda que sí Daya, ya te vale..
Lo único que se me ocurrió fué llamar a Carlos que era el único amigo que tenia, que se habia sacado el carnet de conducir.
-¿ Sí?
¿Quien es?
-Hola
Carlos, soy yo, Vale.
-Ah
hola , ¿ que tal?
- Pues bueno, si me haces un favor estaré mucho mejor- Carlos se sonrojó y aceptó
rápidamente su favor, fuera cual fuera.
- Lo
que quieras, dime.
-Necesito
que me lleves al centro comercial.
-Pero ¿
y Dayana, dónde está?
- Si
supieras, es una larga historia, por el camino te lo cuento.
- Vale
está bien, en 5 minutos estoy en la puerta de tu casa.
- Muy
bien, pues allí te espero, y gracias, hasta ahora.-¡Hasta hora!-Carlos se cambió rápidamente de ropa, cogió su casco y el mio, las llaves de la moto y se fue.
5 minutos después, tal como me prometió, se presentó delante de la puerta de mi casa y le hizo una señal que decía ¿ Subes? Cogí el bolso y me subí aunque fuemuy incomodo con la falda que llevava, menos mal que llevava pantalones vaqueros desde aquella vez...
-¿por qué llevas pantalones debajo? Ah, vale ya me acuerdo. Jajaja
-Pues tú a mi no me lo recuerdes. Jajaja
-Digame a donde la llevo, señorita.
-Pues
mire choffer, llevemé al centro comercial. Jajaja.
-Muy bien pero esto le va a salir caro.
-¿Y eso
por qué?
-Porque
cuando me has llamado estaba durmiendo, y me has despertado. Asi que preparaté
para la próxima broma que te gaste por despertarme cuando sabes que no me gusta.
-Tú tranquilo, estaré alerta.
-Bueno,
cuentame ya lo que ha pasado con Dayana.
-Está
Bien: Pues estábamos Daya y yo en la parada de autobús cuando de repente...
Me tiré
todo el camino contado mi pequeña y muy molesta aventura mientras que él conducía
y se reía a carcajadas al mismo
tiempo.
-Ese
tío tiene un problema, no puede seguirnos todo el rato, esta mañana con lo de
el aula, y ahora, se presenta con la
limusina, no lo entiendo.
-Pues
yo tampoco pero hay una noticia buena, y és que hemos llegado.
-Muchas gracias, te debo una gorda.- Me bajé de la moto, me quité el casco y por
último, le dí un beso en la mejilla a Carlos y le dije:
-Gracias
por todo, eres un gran amigo.- No se porque se quedó de piedra, pero tenia que correr para encontrar a Dayana.
Mientras
tanto, en la limusina, Willam no hacía más que pensar en una persona, yo. Y Dayana se dio cuenta de que no la hacía ni caso lo que la llevó a verse
oligada a dar un tema de conversación por un poco nerviosa que estuviera.
-¿Qué tal tu carrera como cantante?- Willam parecía ausente y no
la contestaba.
-Willam,
tierra llamando a Willam Kuest. Tienes un concierto en 5 minutos.
-Sí, ahora voy... ¿Por qué me mientes de esa forma?
-Pues
porque no me haces ni caso, ¿ En quien piensas?
-En nada,
nada ¿Quién te ha dicho a ti que pensaba en alguien?
-No
nadie, era por curiosidad ya que llevo 5 minutos llamandote y tu sin
contestarme.-Perdón, estava ausente.-Me encontraron fácilmente porque Daya me conocía de sobra, era su mejor amiga. Como para no saber que estaría en mi heladería favorita tomando un fresi con nata y unas tortitas, que es lo que tomo siempre que vamos allí.
-¿Dónde
te habías metido Daya, mi madre dijo que tenía que esta en casa antes de las 10
y son las 7, como piensas que me va a dar tiempo a elegir un vestido en 3 horas
y media ya que la otra media hora la usaremos para regresar?-Lo
siento, nos hemos entretenido en la limusina hablando. Pero nos podemos relajar solamente nosotras, y luego elejír el vestido.
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